jueves, 13 de marzo de 2014

Agua pasada, no mueve molinos...

Las personas por naturaleza nos preocupamos por el futuro, sin embargo casi nunca tomamos un minuto para pensar en nuestro presente. Creemos, como algunos; que el futuro se adivina, no; el futuro se construye; y se debe construir ahora, ya, es decir; en el presente, pero para construir el futuro ahora en el presente, tenemos que pasar página de nuestro pasado, es decir: “olvidar”


El carismático, arriesgado, emprendedor, luchador y valiente apóstol Pablo dijo en cierta ocasión:
“una cosa hago: olvido mi pasado y me proyecto hacia adelante hacia la meta en Cristo”
(Filipenses 3:12-14)


Pablo tenia bastante claro cual era la clave de sus éxitos y la resume en tres variantes:


1: Una cosa hago: Presente contínuo. Hacer en el presente tiene que ver directamente con la toma de decisiones. Albert Einstein dijo: “ si quieres ver cosas diferentes; tendrás que empezar a hacer cosas diferentes”. La toma de decisiones es vital y determinante en las personas.


2: Olvido mi pasado: No habla de olvidar como facultad que tiene el cerebro, ya que es precisamente el recordar y el olvidar lo que nos hace diferentes de otros seres y cosas creadas.
Mas bien habla de “olvidar” como quien quiere pasar página, es decir; tu cerebro nunca podrá olvidar tu pasado, pero sí le podrás enseñar a elegir como y de que forma recordarlo.


3: Me proyecto hacia adelante: Debe ser un proceso contínuo y constante. Planear, proyectar, soñar  y actuar;  fueron fundamentales en la excitante y apasionante vida de Pablo.
Eres un ser vivo, y los seres vivos están en continuo movimiento, en constante cambio. Estar expectante ante lo que viene por delante es lo mas grandioso que le puede acontecer al ser humano.


¿Quieres avanzar en tu vida?


Recuerda...


Tienes que decidir ahora mismo pasar página, desprenderte de tu pasado y proyectarte hacia adelante.


Tienes mucho por hacer en esta tierra, Dios tiene planes contigo en este mundo, eres importante; pero no olvides que Dios obra en ti, no por ti, tu decides, el futuro está en tus manos...¡constrúyelo ahora!

¡¡¡aahh!!! y por si acaso... trae a tu memoria el antiguo pero sabio proverbio:
“agua pasada,  no mueve molinos”



Mauricio Álvarez







domingo, 9 de marzo de 2014

Soy joven, me voy de la iglesia.




Porque los chicos y chicas que crecen en la iglesia, participan en las actividades, asisten a todas las reuniones.... despues de un tiempo se aburren, la abandonan y se van fuera de ella?


Es la pregunta que muchos nos hacemos.


Parece que a los chicos les aburre la iglesia, parece que ni los grandes esfuerzos de sus lideres y pastores por hacer actividades diversas pudiesen retener en ella a tan especial grupo de personas.


Personalmente creo, a mi modo particular de ver; que entre algunas otras posibles causas, hay una situación importante a considerar: NO LES HEMOS ENSEÑADO A CONOCER A JESÚS.


Jesús dijo: “si permanecen en mi llevarán mucho fruto...”


Creo, desde una visión muy subjetiva del problema; que a lo largo de la historia de nuestras congregaciones, consciente o inconscientemente, hemos demandado de los chicos y chicas lo que en el lenguaje evangélico denominamos FRUTOS.


A los chicos y chicas les hablamos en sus reuniones de sábado sobre la santidad, el pecado, lo malo y pecaminoso que es el sexo pre-marital, la música que algunos llaman”del mundo”, los noviazgos dentro de la voluntad de Dios etc etc etc... es decir, una serie de prohibiciones, reglamentos y exigencias, todo queriendo que den fruto.


Estoy seguro que la anterior temática juvenil es necesario tratarla y manejarla dentro del contexto de la iglesia, es mas, como responsables de ella, Dios nos lo demandará sino lo hacemos; sin embargo personalmente creo que lo fundamental no es centrarnos en todo lo anteriormente citado sino en algo que Jesús repitió hasta la saciedad: “PERMANECED EN MI”


Cuando nuestros esfuerzos, planes, actividades y proyectos como iglesia vayan dirigidos a que nuestros chicos y chicas PERMANEZCAN EN JESÚS, entonces ellos CONOCERÁN DE ÉL.
Quien permanece, conoce y quien conoce; especial y verdaderamente al Jesús de la biblia; difícilmente podrá separarse de su cuerpo: La iglesia.



Desafortunadamente cuando nuestros chicos y chicas permanecen mas en una denominación evangélica, en una institución eclesiástica, en unas reglas y prohibiciones; que en el Jesús de la biblia; terminan conociendo eso: instituciones, denominaciones, reglamentos y prohibiciones. Pero cuando les enseñemos a PERMANECER EN JESUCRISTO, entonces terminarán conociendo a ese Jesús que no aburre, que no está pasado de moda y sobre todo, que hoy en el siglo XXI siguen teniendo vigencia sus palabras cuando dijo: “separados de mi nada podéis hacer”

Mauricio Álvarez

sábado, 8 de marzo de 2014

¡¡¡ ay, ay , ay.. mujeres !!!



Difíciles de entender, van de dos en dos al baño, se maquillan en el coche mientras cambia el semáforo, te preguntan que color de bolso te gusta; para luego al final elegir el que ellas quieren, tienen seis, siete y hasta ocho sentidos, sus dudas terminan convirtiendose la mayoría de veces; en verdaderos descubrimientos, les das un euro y lo multiplican como si les hubieses dado cincuenta, les suena el móvil y tardan cinco minutos en sacarlo del abultado y desorganizado bolso, se van de viaje un día y necesitan tres maletas como si se fuesen a mudar de casa, tienen el armario lleno de ropa y aun así te dicen que no tienen que ponerse, guardan la flor roja (que ya no es roja sino amarilla) que les diste diez años atrás cuando eras su novio, trabajan con cuarenta de fiebre y no se quejan, no le tienen miedo a los pinchazos de la penicilina etc etc etc....
¡¡¡ mujeres; ay ay ay benditas mujeres!!!!


Es todo lo anterior y muchas cosas mas, lo que os hace especiales y únicas.


Sois vosotras la creación perfecta de Dios. Fue a una de vosotras a quien Dios quiso escoger para encarnarse y hacerse hombre; y es a través de vosotras, cuando sois madres; que la raza humana hoy se puede contar por millones de millones, así que GRACIAS, MIL GRACIAS POR SER MUJERES.



Mauricio Álvarez  

lunes, 3 de marzo de 2014

La vuelta a la tortilla


Se dice que debemos evaluar nuestros fracasos para sacar  y aprender lecciones de ellos con el fin de no volver a repetirlos; esto es magnífico y merecedor de un sonoro aplauso. 

Sin embargo me pregunto:

¿por que no evaluar también nuestros éxitos? 


Así hayan sido pocos; creo que merece la pena traerlos a la memoria y volver a repetir aquello que nos ha llevado a conseguirlos.

Si un día dio resultado y funcionó, ¿porque no repetirlo una y otra vez, para ir cada día a mas y a mejor?

Creo que a veces damos mas importancia y prestamos mas atención a nuestras limitaciones y fracasos, que a nuestras habilidades y éxitos.

Dale la vuelta a la tortilla y anímate, seguro es mas lo que tienes por alcanzar, que lo que realmente has dejado de conseguir.

Mauricio Alvarez