...no le debo nada a nadie. Nadie me ha regalado nada; todo me lo
he ganado a pulso. Lo que tengo y lo que soy lo debo única y
exclusivamente a mi esfuerzo y dedicación.; etc etc etc....
Éstas y algunas parecidas; son las frases que con frecuencia se
escuchan en el tren, en grupos de amigos, en una cafetería, en la
prensa, cuando entrevistan a alguien en la tele y en muchos medios y
contextos diferentes. Comentarios como estos, personalmente me llevan
a una reflexión muy profunda: ¿verdaderamente el ser humano no
tiene que agradecer nada a nadie?
¿en verdad puede ser tan
auto-suficiente una persona para atreverse a pronunciar palabras como
estas?
A tales interrogantes introspectivamente respondo:
¿Que hay de las personas que te trajeron al mundo: TUS PADRES? ¿de aquellos
profesores que te enseñaron a leer y a escribir en la escuela? ¿... ya no les recuerdas...?
¿De aquel señor o señora que te atiende en una cafetería para
que puedas disfrutar de un buen café?
¿Del chófer del autobús o tren
que te lleva todos los dias a tu destino?
¿De tu jefe; que con sus más y sus
menos, te da la posibilidad de trabajar, ganarte la vida y ejercer
aquello de lo que tanto te jactas?
¿Y que me dices de los policías,
ejercito, guardia civil, bomberos, médicos, enfermeras,
dispensadores de gasolina, vigilantes, personal de farmacia, recolectores de la
basura municipal, taxistas y otros cuantos mas que se me escapan en
este momento; que hacen posible que tu y los tuyos puedan vivir y
dormir cómodos y tranquilos durante el día y la noche?... ¿que me
dices de ellos? ¿aun sigues pensando que no le tienes que agradecer
nada a nadie?
Posiblemente estés pensando frívolamente en que éstos lo que hacen es simplemente cumplir con su trabajo, quizá sea asi, no obstante repercute positivamente en ti y deberias agradecerlo.
Francisco de Quevedo dijo: ”El agradecimiento es la parte
principal de un hombre de bien”
Te animo a que reflexiones y que pienses en esto de ser
agradecido, sobre todo cuando con quien mas debes estarlo es con
aquel que creas en él o no, le busques o no, le sirvas o no, le ames
o no; te da la oportunidad; en su inmensa misericordia; de abrir los
ojos cada mañana, levantarte y vivir un día como hoy: DIOS.
Mauricio Álvarez
sábado, 26 de abril de 2014
jueves, 17 de abril de 2014
Adáptate a los cambios.

Los cambios: ¡... ay, ay, ay, los cambios...!
Son esos momentos de nuestra vida que a ninguno de nosotros nos gusta enfrentar y que a la inmensa mayoría produce pánico, miedo y frustración, generando dosis de ansiedad que a algunos incluso les lleva a profundas depresiones y a tener alteraciones en los estados de ánimo.
Uno de los cambios mas radicalmente temido por las personas es el de tener que pasar de CONTROLAR a “SER CONTROLADO”.
Pasamos tiempos en los que parece que la familia, salud, sentimientos, emociones, economía, finanzas y nuestra vida en general las tenemos absolutamente controladas, es decir; nada se escapa de nuestras previsiones, todo esta saliendo según el guión previsto, todo va “sobre ruedas”, la vida nos sonríe; en conclusión: TODO LO TENEMOS CONTROLADO. Sin embargo tenemos que aprender que tan idílica situación no dura para siempre, y algún día por una u otra razón; en una u otra área de nuestra vida, tendrá que terminar y pasaremos seguramente de CONTROLAR a “SER CONTROLADOS”, es decir; a perder el control.
Perder el control de las cosas nos produce miedo, frustración. Nos hace sentir que no eramos lo suficientemente buenos e inteligentes como creíamos; nos hace vulnerables y frágiles; no obstante todo esto tiene siempre una parte positiva; y es que justamente cuando pierdes el control de las cosas es cuando Dios a través de su Espíritu; quiere enseñarte que la vida es cíclica, que nos guste mas, o nos guste menos; existen tiempos y temporadas, y tienes que tener la suficiente madurez, responsabilidad y pericia; para adaptarte a ellos si quieres aprender a vivir en esta tierra a plenitud.
Uno de los pasajes bíblicos que mas me impresiona y tranquiliza:
"Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, días y noches." (Gen 8:22)
Aunque no me guste el frio y la nieve, no por ello va a dejar de llegar el invierno: llegará.
Aunque me haga daño el polen de las flores en primavera; no por ello dejarán de florecer.
Anhelo el verano para disfrutar de la playa y las vacaciones: llegará; y aunque no me guste tendrá que terminar; para darle paso al gris, oscuro y triste otoño;... y vuelve la rueda a empezar a girar.... ¡...ciclos, tiempos, temporadas...!
Si estas viviendo la temporada donde parece que todo se ha salido de control; tranquilo; tranquila, adáptate a ese cambio: pasará.
Llegará otra vez el momento en el cual retomes el control de tus cosas, pero esta vez a la manera de Dios; para que aprendas de ello que la vida es cíclica, que eres un ser humano y que quien tiene verdaderamente el control y nunca lo pierde es Dios.
¡ Adáptate a los cambios !
Mauricio Álvarez.
