
Los cambios: ¡... ay, ay, ay, los cambios...!
Son esos momentos de nuestra vida que a ninguno de nosotros nos gusta enfrentar y que a la inmensa mayoría produce pánico, miedo y frustración, generando dosis de ansiedad que a algunos incluso les lleva a profundas depresiones y a tener alteraciones en los estados de ánimo.
Uno de los cambios mas radicalmente temido por las personas es el de tener que pasar de CONTROLAR a “SER CONTROLADO”.
Pasamos tiempos en los que parece que la familia, salud, sentimientos, emociones, economía, finanzas y nuestra vida en general las tenemos absolutamente controladas, es decir; nada se escapa de nuestras previsiones, todo esta saliendo según el guión previsto, todo va “sobre ruedas”, la vida nos sonríe; en conclusión: TODO LO TENEMOS CONTROLADO. Sin embargo tenemos que aprender que tan idílica situación no dura para siempre, y algún día por una u otra razón; en una u otra área de nuestra vida, tendrá que terminar y pasaremos seguramente de CONTROLAR a “SER CONTROLADOS”, es decir; a perder el control.
Perder el control de las cosas nos produce miedo, frustración. Nos hace sentir que no eramos lo suficientemente buenos e inteligentes como creíamos; nos hace vulnerables y frágiles; no obstante todo esto tiene siempre una parte positiva; y es que justamente cuando pierdes el control de las cosas es cuando Dios a través de su Espíritu; quiere enseñarte que la vida es cíclica, que nos guste mas, o nos guste menos; existen tiempos y temporadas, y tienes que tener la suficiente madurez, responsabilidad y pericia; para adaptarte a ellos si quieres aprender a vivir en esta tierra a plenitud.
Uno de los pasajes bíblicos que mas me impresiona y tranquiliza:
"Mientras la tierra exista, habrá siembra y cosecha, frío y calor, verano e invierno, días y noches." (Gen 8:22)
Aunque no me guste el frio y la nieve, no por ello va a dejar de llegar el invierno: llegará.
Aunque me haga daño el polen de las flores en primavera; no por ello dejarán de florecer.
Anhelo el verano para disfrutar de la playa y las vacaciones: llegará; y aunque no me guste tendrá que terminar; para darle paso al gris, oscuro y triste otoño;... y vuelve la rueda a empezar a girar.... ¡...ciclos, tiempos, temporadas...!
Si estas viviendo la temporada donde parece que todo se ha salido de control; tranquilo; tranquila, adáptate a ese cambio: pasará.
Llegará otra vez el momento en el cual retomes el control de tus cosas, pero esta vez a la manera de Dios; para que aprendas de ello que la vida es cíclica, que eres un ser humano y que quien tiene verdaderamente el control y nunca lo pierde es Dios.
¡ Adáptate a los cambios !
Mauricio Álvarez.
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