Cierto día caminando por el campo dos mujeres tan diferentes
entre ellas que pareciese que fuese imposible que llegasen a pasear
veinte minutos juntas. Eran absolutamente distintas la una de la
otra, su carácter, su esencia, sus propósitos, intereses... en
general nada que ver la una con la otra, sin embargo allí iban las
dos; paseando por los bellos recovecos de aquel extraordinario jardín
llamado vida. Una de las mujeres se llamaba duda y la otra se llamaba
fe.
En eso que el paseo se tornaba algo distendido y ameno, duda
pregunta a fe: perdona ... ¿te puedo pedir un favor? fe contesta:
claro que si duda, pídeme lo que quieras; duda dice, ¿me podrías
ayudar a cargar el saco de preguntas e inquietudes que llevo en el
hombro? ¡faltaría mas¡, responde fe, para ello voy contigo
por este jardín llamado vida, para ayudarte a llevar el pesado e
incomodo saco de incertidumbres y dudas.
Y es que como duda y fe en el jardín de la vida; nosotros las
personas, nacemos, vivimos y morimos con la necesidad de tener fe y
creer, pero a su vez con la frágil y humana tendencia a dudar.
Nunca podrán desaparecer en su totalidad de nuestras mentes,
siempre irán juntas de camino en nuestra vida, aun siendo cristianos
y haber conocido de Jesús, creo que siempre co-habitarán con
nosotros, hasta el fin de nuestra existencia.
Algunos argumentan que quienes conocemos de Jesús no podemos en
ningún momento dudar. Dudar de la vida y de sus asuntos, perder a
veces la fe y la certidumbre en Dios, incluso dudar a veces del
mismo Jesús, parece para algunos, que fuese infernalmente pecaminoso
y obsceno.
Juan, el que bautizó al mismísimo Jesús, el que anunció la
venida del mesías, el que dijo:
”es necesario que yo mengue para que él (Jesús) crezca en mi”
aquel hombre que predicaba en el desierto alimentado de dátiles y
cubierto de pieles de camello... sí, ese Juan; ese hombre un día
estando encarcelado y sentenciado a muerte precisamente por anunciar
la venida del hijo de Dios, llegó a dudar de Jesús (Mateo 11:1-19)
Y es que en nuestra humanidad, cuando las situaciones difíciles
nos ahogan, cuando intentamos de una u otra forma salir adelante y no
lo conseguimos; la duda asalta nuestro pensamiento cual ladrón en
la noche, sin sentir sus pasos, se acerca y toca a la puerta de
nuestras frágiles mentes haciéndonos sentir como Juan, hasta el
punto de dudar del mismo Jesús que un día conocimos y al cual hoy predicamos y seguimos.
¿Has dudado en algún momento de tu vida? ¿has perdido la poca
fe al enfrentar alguna situación?
No te sientas mal cuando llegue la duda a tu mente, eres persona,
eres mujer, eres hombre.
Los grandes hombres y mujeres de la biblia en algún momento de su
vida también dudaron, y sintieron miedo y aun así, Jesús les
respaldó, les honró y habló bien de ellos. Marcaron la historia
para bien; como Juan.
Jesús no te critica, Jesús no te condena por dudar, Jesús no te
señala. Jesús te entiende y te promueve a mas y a mejor.
En vez de luchar infructuosamente contra algo tan humanamente
nuestro como las dudas, te animo a que las pongas y las descargues
todas en esa minúscula plataforma llamada fe que aun albergas en tu
corazón. Es de allí, desde la poca fe, desde donde podrás manejar
y controlar tus incómodas y molestas dudas, para poder entrar en el
extraordinario, excitante y fascinante mundo del CREER.
Mauricio Álvarez.
Es un niño Sirio atravesando el polvoriento desierto con su pequeña bolsa cargada de miedos, temores, lágrimas, deseos y sueños.
Hoy esta imagen le esta
dando la vuelta al mudo, mientras decenas y decenas de inocentes en
Siria huyen y mueren cada día víctimas de una guerra sin sentido, de una
guerra que al resto del mundo nos parece injusta, degradante e
inmisericorde, pero que a su vez observamos desde occidente con indiferencia y absoluta pasividad.
Es en estos y en otros casos similares cuando algunos se
preguntan: ¿existe de verdad Dios? Y si existe, ¿donde está?
¿porque es indiferente ante tal degradación de la raza humana?
¿porque no hace nada para frenar injusticias como estas?
Como persona que soy, desde la perspectiva puramente humana; tengo
que confesar que también soy vulnerable a tales cuestionamientos,
sin embargo inmediatamente mi memoria se traslada a aquel episodio
del libro del Génesis cuando el hombre le falla a su creador.
Allí Dios da
unos parámetros, sienta unas bases, marca unas normas de
convivencia; incluso da libre albedrío, pero el hombre haciendo uso
precisamente de este último, determina en su libre elección; hacer cualquier cosa con el fin de ser igual a Dios, eso incluía transgredir
esas normas que Dios mismo había predispuesto unos momentos antes.
Tal actitud tanto de Dios como del hombre me llevan a pensar y a
concluir entonces que “DIOS ES SOBERANO Y EL HOMBRE RESPONSABLE DE
SUS ACTOS”.
Dios es, existe y es real y tiene el control de todo cuanto pasa en el mundo y
de quienes lo habitamos, sin embargo ha sido decisión única y
exclusiva del ser humano administrar mal, corrupta y deshonestamente
los recursos que Dios mismo le ha entregado para vivir aquí en la
tierra.
Ha sido la ambición desmedida y mal intencionada del “QUERER
TENER Y QUERER LLEGAR A SER” por parte de algunos, la que hoy por hoy tiene a millones y
millones de inocentes pasando hambre, frio, guerras,
pestes, y demás tragedias que como ésta, la de Siria; nos abruma y encoge en un puño el
corazón.
No culpemos mas a Dios de nada de lo que ocurra o deje de ocurrir
en este loco, convulso, injusto y desorientado mundo, porque recuerda que
“DIOS ES SOBERANO PERO EL HOMBRE TIEDRÁ QUE ASUMIR SU
RESPONSABILIDAD”.
Mauricio Álvarez.
Actualmente vivimos en una sociedad de máscaras y caretas,
fachadas y apariencias; un mundo gris,
lleno de opacidad; luces y sombras, todo está a media luz.
Jesús en una ocasión orando a su Padre por sus discípulos dijo:
“no te pido que los quites del mundo...” es decir, parece que
quienes conocemos de Jesús estamos destinados a vivir en este oscuro
sistema de vida, al no poder salir de este mundo, cosa que de hecho
es una inherente realidad. Dicho de otra manera; quienes conocemos
de Cristo y su palabra, al vivir en este mundo, estamos predispuestos
voluntaria o involuntariamente a ser opacos, ponernos también la
máscara y vivir de apariencias igual que muchos que están a nuestro
alrededor, tal es así que el mismo Jesús dijo en otra oportunidad:
“ cuando quieras orar y hablar con el padre, entra en tu cuarto en
secreto y cierra la puerta; que Dios que te ve y te escucha en lo secreto, te
recompensará en público”
¿Quieres tener una vida de éxito? El secreto está en lo
secreto.
No hay nada mas liberador para el ser humano, que hablar con Dios
a solas, en secreto, alejado de los micrófonos, los aplausos, las
luces, el ruido, los escenarios... alguien dijo:
la mejor definición
de la palabra honestidad es: “lo que yo soy y lo que yo hago cuando
nadie me ve”
Ese es el secreto; ir al padre cuando nadie te ve, cuando nadie
te oye y abrir tu corazón sincerarte a él. Hablar con tus propias
palabras, aparcar las frases hechas, aprendidas y repetidas y
conversar desenfadadamente de tú a tú con tu hacedor, como si
estuvieses tomando el té con tu mejor amigo, total; es en esa
relación de amistad que él puede levantarte y promoverte a mayores
niveles de excelencia. Recuerda; mejor ser amigo que siervo, porque
al amigo se le confía, al siervo no; y la relación de amistad con
Jesús, se construye, se vive y se fortalece en y desde lo secreto.
El secreto está en lo secreto, no lo olvides.
Mauricio Álvarez.
Cierto dia seguía a Jesús una gran multitud, gente cansada, extenuada por la larga jornada, caminando y oyendo las enseñansas de tan extraordinario hombre.
El cansancio pasa factura y el hambre encoge los estomagos de la gente; sus discipulos se percatan de ello y le insinúan incluso en tono irónico que les despida, ya que no habia comida para ellos, era la manera mas simple y sencilla de quitarse del medio tan "enorme problema". Jesús pregunta sobre la cantidad de víveres que tenian en el momento y la respuesta fué: CINCO PANES Y CINCO PECES.
Era suficiente, no necesitaba mas; para el hombre que levantaba muertos, calmaba el mar y curaba ciegos bastaba con eso, sin embargo hubo un pequeño pero extraordinario detalle en el relato; Jesús les dice: "dadle vosotros de comer". ¿Era una broma de mal gusto? ¿una ironía del maestro? ¿una actitud de prepotencia y autosuficiencia departe de Jesús? No lo creo, era un reto.
Jesús reta y desafía a sus discipulos diciendoles "dadle vosotros de comer", en otras palabras; era la oportunidad perfecta para que ellos activasen su fe, los principios y códigos de Reino que estaban aprendiendo de Dios hecho hombre, era el momento de ellos, sinembargo lo desaprovecharon.
Jesús tiene el control y el poder de absolutamente todo cuanto está y ocurre en nuestra vida, sin embargo él quiere que actives tu fe, que te desafíes hacia lo humanamente imposible, que pierdas el miedo a lo desconocido, que te lances hacia nuevos retos, que emprendas, que planées, que proyéctes, que tómes esos "cinco panes y cinco peces" que tienes hoy en tu mano y hagas de ellos cosas extraordinarias en tu vida y en tu entorno. Tienes el respaldo de Jesús, pero eres tu, está en tu mano, tu eres quien decides.
Mauricio Álvarez