Actualmente vivimos en una sociedad de máscaras y caretas,
fachadas y apariencias; un mundo gris,
lleno de opacidad; luces y sombras, todo está a media luz.
Jesús en una ocasión orando a su Padre por sus discípulos dijo:
“no te pido que los quites del mundo...” es decir, parece que
quienes conocemos de Jesús estamos destinados a vivir en este oscuro
sistema de vida, al no poder salir de este mundo, cosa que de hecho
es una inherente realidad. Dicho de otra manera; quienes conocemos
de Cristo y su palabra, al vivir en este mundo, estamos predispuestos
voluntaria o involuntariamente a ser opacos, ponernos también la
máscara y vivir de apariencias igual que muchos que están a nuestro
alrededor, tal es así que el mismo Jesús dijo en otra oportunidad:
“ cuando quieras orar y hablar con el padre, entra en tu cuarto en
secreto y cierra la puerta; que Dios que te ve y te escucha en lo secreto, te
recompensará en público”
¿Quieres tener una vida de éxito? El secreto está en lo
secreto.
No hay nada mas liberador para el ser humano, que hablar con Dios
a solas, en secreto, alejado de los micrófonos, los aplausos, las
luces, el ruido, los escenarios... alguien dijo:
la mejor definición
de la palabra honestidad es: “lo que yo soy y lo que yo hago cuando
nadie me ve”
Ese es el secreto; ir al padre cuando nadie te ve, cuando nadie
te oye y abrir tu corazón sincerarte a él. Hablar con tus propias
palabras, aparcar las frases hechas, aprendidas y repetidas y
conversar desenfadadamente de tú a tú con tu hacedor, como si
estuvieses tomando el té con tu mejor amigo, total; es en esa
relación de amistad que él puede levantarte y promoverte a mayores
niveles de excelencia. Recuerda; mejor ser amigo que siervo, porque
al amigo se le confía, al siervo no; y la relación de amistad con
Jesús, se construye, se vive y se fortalece en y desde lo secreto.
El secreto está en lo secreto, no lo olvides.
Mauricio Álvarez.
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