“Mi paz os dejo, mi paz os doy. Yo no la doy como el mundo la
da...”
Fueron palabras de Jesús que dejan ver que en su persona se
puede hallar y encontrar una paz diferente. Pero; ¿como puedes
obtener verdadera y autentica paz en medio del caos que posiblemente
estés viviendo hoy?
El apóstol Pablo habla de este tema a la iglesia que estaba
establecida en Filipos, orientándoles sobre como y de que manera
podían conseguirlo,
cosa que hoy sigue vigente para cada persona que
tenga a Jesús en su vida y corazón.
Pablo dice que debemos poner en conocimiento de Dios nuestra
situación.
Dios en su bendita omnisciencia, conoce de antemano todo aquello
que nos aflige, preocupa y entristece, no obstante; quiere que nos
acerquemos a él en una actitud de rendición absoluta, reconociendo
que solo y únicamente él puede hacer un milagro.
Cuando las cosas se salen de nuestro control, cuando ya no podemos
mas, cuando lo único que tenemos en frente es el mar; entonces es
ahí precisamente cuando Dios mas quiere y desea obrar a nuestro
favor, demandando de nuestra parte una actitud de gratitud y
fe.
La sociedad actual nos ha enseñado que tenemos que “ver para
creer”, sin embargo en Cristo es todo lo contrario: “creer para
ver”. No tienes que ver con tus ojos físicos lo que le has pedido a
Dios, basta con creerlo en tu mente y espíritu.
Cuando lo crees sin ver, tu mente se inunda de una inmensa paz que
ni tu, ni nadie entiende; es lo que Pablo define como:”la paz que
sobrepasa todo entendimiento”.
Es una paz superior, indescriptible, algo que solo puede venir
directamente del Espíritu de Dios a tu espíritu; de la mente de
Dios, a la tuya; guardándola y llevándola solo a pensar en lo
verdadero, lo honesto, lo justo, lo puro y lo amable; esa es la paz
de Dios.
¿la quieres? ¿la necesitas?
Referencia bíblica: Filipenses 4:6-9
Mauricio Álvarez
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