jueves, 2 de julio de 2015

Homosexualidad: otra mirada


De antemano, se que posiblemente levante ampollas en algún sector de la iglesia, pero no puedo callar ante lo que siente mi corazón respecto a la oleada de mensajes, frases, chistes, predicas, sermones etc..etc.. que esta semana se ha generado desde cierto sector de la iglesia evangélica hacia el colectivo homosexual.

De entrada decir que estoy absolutamente convencido del modelo heterosexual que diseñó Dios en el Edén, con lo cual creo que todo aquello que este al margen de dicho marco; se encuentra fuera del paraguas y del orden divino; como creyente y pastor que soy; lo creo, lo predico y lo enseño. Ahora bien, observo con preocupación, con pena y dolor en mi corazón; la manera grotesca e insultante de como algunas iglesias evangélicas, pastores y creyentes en general, se han referido al colectivo de gays y lesbianas esta semana con motivo de sus festividades.


Me preocupa enormemente el odio y el rechazo a este colectivo, que dejan ver algunas declaraciones de pastores, apóstoles y creyentes en general.

Me preocupa y me duele, ver el muro infranqueable que han puesto algunos cristianos a las personas que por los motivos que sean, gustan del mismo sexo.

Me preocupa el grado de legalismo, religiosidad, hipocresía y desfachatez, al que “hemos” llegado como cristianos; juzgando a diestro y siniestro a personas homosexuales; sin querer mirar hacia dentro de nuestras congregaciones, ya que si lo hiciésemos, posiblemente nos defraudemos aun mas.

Juzgamos, condenamos, criticamos y hasta nos mofamos del homosexual, pero.. ¿que hay de aquellos que levantan las manos, lloran, saltan, adoran, alaban, se visten con sus mejores trajes cada domingo; pero sus vidas y familias son un autentico desastre?


Desafortunadamente los cristianos evangélicos usamos una doble vara de medir ya que en nuestras congregaciones abundan “cristianos, lideres y pastores” irresponsables, vagos, envidiosos, mentirosos, adúlteros, fornicarios, prepotentes, orgullosos, que piden prestado y no pagan, impuntuales, vulgares, altaneros, abusadores de su “cargo” dentro de la iglesia, chismosos, manipuladores, etc...etc...etc... sin embargo todo esto parece estar aceptado dentro del mundo cristiano; pareciese que esta bien visto; está normalizado. A estos pocos se oponen, y a estos poco se les predica, es mas; hoy día la iglesia se preocupa mas de la prosperidad económica y numérica, que de hacer una verdadera pedagogía cristiana basada en el estudio serio, objetivo y responsable de la palabra de Dios, para presentar soluciones reales y tangibles a dicha problemática que carcome como gangrena nuestras congregaciones a día de hoy.

Insisto; defiendo el modelo heterosexual, que no es otro que el modelo pensado por Dios; pero respeto enormemente a aquellos que no piensan como yo. Creo que el respeto es la base de nuestras sociedades. Mirarnos en igualdad de condiciones unos a otros nos hace mas libres, mas personas, mas tolerantes y facilita la convivencia de unos con otros.


Tu que estas leyendo este articulo, podrás estar o no de acuerdo con el, en el caso que lo estés, ya sumamos dos, sino; mil gracias por el mero hecho de haber sacado cinco minutos de tu valioso tiempo para leer, tu criterio también es digno de ser respetado.

Mauricio Álvarez

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